“Problem turned to Blessing” Mercy in Action
Recently our food pantry faced a difficult situation. One of our pantry clients had a dilemma and our group went into action to help her. She arrived to pick up her food by “Lyft.” After her food had already been placed in their car, for some reason the driver told her he could not wait to take her home and unloaded all the food and supplies and left her sitting outside our pantry. It would have cost her over $50.00 to get a ride back home.
We are not able to deliver to our clients, but after some discussion, it was decided that 2 of us would take her home. When we arrived, we were shocked to see that the only furniture in the entire apartment were 2 old office chairs and a partially deflated blow up mattress. Despite this, she was so very grateful for the ride home.
When we arrived back at the pantry and shared with our fellow workers what we had found, our group went into action and developed a plan to help her. One person was put in charge to coordinate the plan. One persons’ son had a couch and an end table she could have. The following Tuesday, two of our men picked up the couch for delivery and when the K of C members from St. Kieran’s came to deliver their Food Drive Collection, they saw the couch and asked if we needed furniture. We shared with them the story of our client. He said he had 2 living room chairs and a lamp that he could donate. One of our men followed him home and retrieved the items. Another one of our workers had a bed and dresser. She was also able to furnish it with a mattress pad, new sheets and a comforter. Someone else had a microwave, another worker purchased a set of silverware for her, another provided quarters for the laundry mat in her complex. Another provided cleaning supplies. Another bought bathroom supplies. Another provided towels, a shower curtain, etc. When they delivered to her that day, they set everything up for her including making her bed.
We were so blessed to have been put in this situation. It put our minds at ease knowing that she would no longer be sleeping on that deflated air mattress and could be comfortable in her new surroundings.
It is amazing to see how God turned a difficult situation into such a blessing for all.
God’s work is never done.
God Bless,
Peggy Martin and Pantry Staff
“Problema convertido en bendición” Misericordia en Acción
Recientemente, nuestra despensa de alimentos enfrentó una situación difícil. Una de nuestras clientas tenía un dilema y nuestro
grupo se puso en marcha para ayudarla. Llegó a recoger su comida en Lyft. Después de que ya habían colocado la comida en el
coche, por alguna razón, el conductor le dijo que estaba impaciente por llevarla a casa, descargó toda la comida y los suministros y
la dejó sentada fuera de la despensa. Le habría costado más de $50.00 el viaje de regreso.
No podemos hacer entregas a domicilio a nuestros clientes, pero después de hablarlo un rato, decidimos que dos de nosotras la llevaríamos a casa. Al llegar, nos sorprendió ver que los únicos muebles en todo el apartamento eran dos sillas de oficina viejas y un colchón inflable parcialmente desinflado. A pesar de esto, estaba muy agradecida por el viaje.
Cuando regresamos a la despensa y compartimos con nuestros compañeros lo que habíamos encontrado, nuestro grupo se puso en marcha y desarrolló un plan para ayudarla. Una persona se encargó de coordinar el plan. El hijo de una persona tenía un sofá y una mesa auxiliar que ella podía usar. El martes siguiente, dos de nuestros hombres recogieron el sofá para entregarlo y, cuando los miembros de los Caballeros de Colón de St. Kieran’s vinieron a entregar su colecta de alimentos, lo vieron y nos preguntaron si necesitábamos muebles. Les contamos la historia de nuestra clienta. Dijo que tenía dos sillas de sala y una lámpara que podía donar. Uno de nuestros hombres lo siguió a casa y recuperó los artículos. Otra de nuestras trabajadoras tenía una cama y una cómoda. También pudo amueblarla con un cubrecolchón, sábanas nuevas y un edredón. Otra tenía un microondas, otra trabajadora le compró un juego de cubiertos, otra proporcionó espacio para la lavandería de su complejo. Otra proporcionó artículos de limpieza. Otra compró artículos de baño. Otra proporcionó toallas, una cortina de ducha, etc. Cuando le entregaron el sofá ese día, lo prepararon todo, incluso le hicieron la cama.
Nos sentimos muy afortunados de haber estado en esta situación. Nos tranquilizó saber que ya no dormiría en ese colchón de aire desinflado y que podría estar cómoda en su nuevo entorno.
Es asombroso ver cómo Dios transformó una situación difícil en una bendición para todos.
La obra de Dios nunca termina.
Que Dios los bendiga,
Peggy Martin y el personal de la despensa.